sábado, octubre 08, 2005

Servicio a la puerta


Sonrisas de gato
Desde las 9:30 de la mañana pudo darse cuenta que el sol los observaba con binoculares por entre medio de las ya tibias cortinas color oscuro.
El calor se coló en la habitación como un invitado sorpresa. ¿Deseado?, no lo sé. Pero los rayos tocaron su espalda como la punta de los dedos atrae hasta al más temeroso hacia la acción (no) compartida.
Cuando sintió sobre su cara el amarillo efervescente, dio media vuelta y prosiguió en su faena adormilada. Todo esto mientras al otro lado de la habitación, los disparatados dedos hacían magia en el teclado perverso, de ese que ¿quita? tiempo, pero que al mismo tiempo refresca la pluma sagrada.
10:00 a.m. Ya el sol preponderaba en la habitación y a pesar de que las cortinas hacían bien su trabajo, el calor ya no podía aguantarse más las ganas de hacer despertar las humanidades.
Intentó esbozar un sonido como de niño llorón, algo así como un "mmm", y ella corrió a socorrerlo sin saber que era una artimaña para hacerla aparecer en escena.
Lo demás sólo el sol, las cortinas y el binocular lo mantienen como información. Pero clasificada.
Pd: la foto corresponde a My Thougths, un blog al cual aterricé buscando una foto alusiva... o aluciva?... Bueno.

1 comentario:

Claudia Pas dijo...

reposando en la posición en la que mas me siento a salva, relajando mi mirar de las miradas de los demas, me dejo tocar y ser tocada, deseada, poseida por el calor, del sol colandose por mi ventana... dandome una nueva vida... regalandome un nuevo día para amar... un nuevo día para volverlo a intentar...

muxos saludos para ti Viddeara, gracias por visitar mi blog