miércoles, noviembre 30, 2005

En blanco

Una chancha sonrisa
Los rayos del sol pegan fuerte sobre el pavimento. El sonido de una radio suena fuerte a lo lejos y las limonadas se venden por montones en la esquina de una casa con rejas blancas.
La cumbia dice algo como: "Yo te voy a regalar papito un peluquín...". El sol pega fuerte en las cabezas.
En la calle hay un cerdito que sonríe sin cesar. Hoy no es su día; sólo es tiempo de reír. Su dueña lo cuida mucho. Todas las mañanas lo acerca a la ventana para que tome aire y le da agua con un algodón.
- Éste es el más delicado de todos. Me lo trajeron desde Europa.
- ¡¡¡Oh!!!
El cerdito era el orgullo de su dueña. Si hasta el plumero le pasaba para desempolvarlo todos los días por la tarde, al esconderse el sol. Después de eso, lo tapaba con una manta.
- El frío puede descomponerlo.
Y así era la vida del chancho sonriente. Su cara lo delataba todo: felicidad extrema. La chancha felicidad.
A pesar de todo aquello, las hojas del calendario no supieron favorecer al cerdo, quien en vista de las circunstancias, no pudo resistir los embates del destino.
Una jugarreta de la vida. La misma doña que con cautela todos los días lo asomaba a la ventana, con su codo, el mismo que se embetunaba todas las noches con crema, pasó a llevar al cerdito, quien dando botes en el suelo, se quebró en mil pedazos de cerámica europea.
Las rosadas piezas terminaron con la sonrisa del chacho. Ahora, es la pala y la escoba quienes hacen la labor. La chancha sonrisa se fue al tarro de la basura.

lunes, noviembre 28, 2005

Envoltorios de papel


Dulce andar
Pisando hojas en primavera, de aquellas que crujen como en otoño. La lluvia de dulces es un momento anhelado, tal como la navidad para los niños.
Hoy es el día de los envoltorios de papel. Brillantes, de colores sabrosos y olores empalagosos. Todos dentro de una cajita, danzan al son del azucarado manjar.
De pequeña, ella los juntaba junto con las servilletas, llaveros, esquelas y perfumados pétalos de flores.
- ¿Por qué juntas envoltorios de dulces?
- No lo sé. Creo que todos traen recuerdos alegres.
La de la abuelita que se echó un dulce de menta para aliviar la tos, los que cayeron sobre las cabezas de esos niños al romper la piñata; el que le regaló el primer día que la vio.
Los envoltorios que dejan huellas. Marcas que no son fáciles de borrar aunque se quiera: la profesora que reparte dulces antes de la prueba y el pintor que le regala chocolates con rellenos sabrosos a sus musas.
- ¿Esos de tigretón sirven?
- No, esos no porque quedan siempre con trocitos de chocolate y pueden venir las hormigas.
Estiraditos, en la caja duermen los dulces ropajes. De noche, se visten con sus mejores arrugas para deleitarse con las estrellas y las nubes de algodón.

sábado, noviembre 26, 2005

Traumas post-traumas

Déle una patada al semestre
Y ahí estamos. Intentando hacer algo por todos estos años de estudio, esfuerzo, cansancio... carrera.
En grupo, algunos en cámara, otros reporteando. Así pasan imágenes del recuerdo, de aquellas que averguenzan, gustan, ¿melancolizan?. Todas del ayer.
- ¿Salgo en alguna foto?
- Sí. ¿Por qué?
- Tú sabes que no me gustan esas huevadas.
Y así a algunos les agrada posar; a otros simplemente el anonimato expuesto y el estar frente a la reja invisible.
No queríamos ver escenas nostálgicas, lloronas y cebollentas. De ahí la música "alternative". Sin embargo, ponga lo que ponga, las instantáneas hablan por sí solas denotando todo lo que ocurrió alguna vez. Todo comenzó el 2001.
Cinco años pasaron y todo quedará atrás en una semana más. Hasta al más refunfuñón le picará el bicho de la lágrima suelta. Todos tenemos mermelada en nuestro interior.
After that: El jueves 1 de diciembre a las 20:00 hrs. en la explanada de las R en la Universidad Católica del Norte, se realizará el "Pateando el semestre 2005", actividad organizada por los alumnos de quinto año de periodismo, que cursan la cátedra de Relaciones Públicas. A los de Antofagasta, queda extendida la invitación.

miércoles, noviembre 23, 2005

Melodías mutiladas


Sonidos sordos
El pabellón cierra las compuertas. Sólo el viento se cuela por las delgadas fibras que estimulan el paisaje.
Sobre el papel, un lápiz que denota que se estuvo jugando con la tinta. El azul se desparrama como queriendo abrir zurcos por entre el cuadriculado suave.
Los oídos, desesperados, buscan flautas mutiladas que brinden algo de auspicio para esta cátedra, que en el fondo es algo necesario. Torpe, pero necesario.
Párrafos cortos, sonidos truncados. La piel se resquebraja y de ella surgen los primeros atisbos de vida, una nueva y que descarta de plano las lágrimas y la soledad.
De allí que la mano se estremece y la pluma/tecla decide entrar en acción, no haciendo caso de la locura de sus compañeros tímpanos, que decidieron tomarse el día libre sin haber pedido permiso al sindicato correspondiente.
- ¿No quise decir eso?
- (...)
- Es en serio. ¡Escúchame!
- (...)
Nada. El oído derecho y su compañero de labores reciebn sólo vibraciones sin sentido. Un blabla constante que ni siquiera se sabe a ciencia cierta si tiene algún significado manifiesto.
La figura se distorciona al compás de lo irreal. La deformación sufrida por los colores da la impresión de que fuera hecha a próposito, deseando por todos los medios de rasgar el cuadro allí contemplado.
No hay caso. Para intentar oir, los ojos colaboran cerrándose. No. Tampoco consiguen su objetivo. Hoy, hasta el yunque y el martillo dieron rienda suelta a la parranda. Viven todos por hoy, la vida loca.

martes, noviembre 22, 2005

Little Queen

Con la corona en la testa
Aún cuando el báculo me haya dado por el...
la reina de pistachos continúa con la nariz en alto y dice:
"ya llegarán los días en que lluevan ranas y culebras".
Así como en 'Magnolia', las cosas al final se entrecruzan como las piernas de una señorita bien peinada.
Y los guantes ya no son tan blancos ahora. Tintes de algunos colores, se posan en los dedos. El anular, meñique y mayor...
La pluma/tecla reinará siempre. Basta con sacarse los ojos y posarlos sobre el pixelado papel.
La testa piensa y piensa, y de tanto masticar cosas, se estiran los sesos y luego nadie entiende qué es lo que pasa.
¿Qué es lo que pasa?. Nadie lo sabe, nunca los sabrá. Oh!... quizás sí. A lo freak va el homenaje.
And the winner is... The Freaky Blog.
- ¿Nunca has salido reina de nada?
- No.

lunes, noviembre 21, 2005

I have a Queen


¿Todas iban a ser reinas?
Porque hay que estar "ahí",
Porque la ventana está abierta para llegar y entrar,
Porque las posibilidades están al alcance de la tecla/pluma,
Porque los ojos pestañean al compás del hoy.
(...)
Todas queremos, todas queríamos... ¿todas ganan?.

sábado, noviembre 19, 2005

Extractos


"El cine es como mi amante"
Para acceder a él, hay que tener un buen estado físico. En la quebrada Uribe, sector centro – alto de Antofagasta, vive un hombre que hizo mucho por las salas de cine en la ciudad y que como algunos personajes emblemáticos, sólo es recordado para fechas especiales y para que ciertas autoridades se vanaglorien de sus actos por la ciudad.
Su nombre es Federico Zeidler Naranjo. ¿Les suena?. Pues este hombre de 69 años, fue quien pintó todos los carteles que anunciaban los estrenos en los cines de la ciudad.
Como suele suceder en nuestro país, quienes hacen algo realmente interesante por la cultura, no aparecen frecuentemente en los medios, ni son reconocidos por su desempeño y trayectoria. Así le sucede a don Federico, quien al cierre del cine Nacional, última sala en bajar las cortinas, quedó sin empleo y sólo acompañado de una mísera pensión que fue recortada de súbito, al igual que su carrera.
Ya a los ocho, nueve años estaba metido en el cine de Vicuña. Mi padre era un alemán que se vino a Chile después de la segunda guerra mundial y allá conoció a mi madre. Allí nací yo, en Punitaqui.
Después de caminar fatigados por el sol y lo empinado de la calle, Zeidler abre las puertas de su humilde hogar, una casa con rejas blancas de las cuales cuelga un cartel que dice: "Se hacen carteles a pedido".
Don Federico habla con alegría de esos tiempos. Ya en 1945 estaba ayudando a pintar carteles en el foyer del cine de Vicuña. Dice que todo esto fue gracias a su perseverancia y el apoyo del administrador de aquella sala, quien le encomendaba tareas que gustoso aceptaba.
Reconocido como autodidacta, este artista dejó sus estudios a los trece años y se dedicó a pintar. "Aprendí mirando" recalca y manifiesta que el sueldo lo hacía pintando afiches que le valieron su primer contrato ya a los quince años.
Durante la década de los cincuenta, lo trasladaron a Antofagasta en donde lo habían solicitado para hacer los carteles en los cines de la Segunda Región.
Antofagasta fue un gran cambio. Habían más salas y el trabajo se hizo más pesado. Al principio comencé pintando los cartelones en forma vertical. Se manchaba todo, se corría la pintura. Lloré harto en esa época.
Luego de aprender nuevas técnicas como el pintar sobre una base de arpillera, la que absorbiera de mejor manera la pintura, Zeidler hacía su trabajo de tal manera que se encerraba por horas en los cines hasta terminar sus tan apreciados cartelones.
Perdí una guagüita, al Claudito (...). A veces pienso que fue mi culpa. Pasaba tanto tiempo en el cine que descuidé muchas cosas, hasta mi familia la dejé botada por mi trabajo. Me enamoré del cine.
Es tan asombroso ver cómo don Federico realizaba su trabajo que es inédito el constatar el que nunca haya sufrido enfermedades a la espalda ni al sistema respiratorio, sino hasta el término de su oficio.
Sus instrumentos de trabajo fueron sus manos, las pinturas y las latas y cartones en donde dibujaba, ya sea a mano alzada como es el caso de los dibujos animados, como también cuadriculando la hoja cada vez que hacía retratos más difíciles y elaborados.
2001 fue el año en que pintó su último afiche. Con el cierre del cine Nacional, se cerró también un capítulo importante de su vida, el que quedó sellado con nueve millones de pesos en indemnización, los que luego se convertirían en cuotas mensuales que no le ayudaron a sopesar la tristeza de haber perdido lo que más quería.
El cine Nacional cerró el 28 de enero del año 2003. Yo trabajé hasta el 2001. Después de cincuenta años de trabajo y de más de mil carteles pintados, pienso que en algo contribuí a la cultura.
Sobre la mesa, coloca en orden cronológico las diferentes fotografías de sus trabajos. "Barbarella", "Zorba el griego", "Cantinflas", "Zulu", "El abogado del diablo", entre otras se pueden ver tan nítidas como los recuerdos de este hombre, quien ahora tiene en su curriculum, el mural pintado en la Escuela Japón y los pedidos especiales que citan: "Hoy hay pan".
After that: este es un extracto de mi reportaje de título que aún no termino. Espero que les guste, después de todo, con esto me dan el título de Periodista.

viernes, noviembre 18, 2005

Noches de jazz


Y la música resuena y comienza el show. Primero unos octogenarios bien carismáticos tocan jazz. Siempre sonriendo, siempre pasándola bien. El escenario es de ellos. Todos médicos, una periodista que toca el bajo. Buena música.
Luego, aparece él: Cristian Cuturrufo. Sí, sabemos todos que es medio egocéntrico, bueno pa' empinar el codo en recital y creido, pero puta's que es buen músico.
- Ooo, se pasó. La raja.
(Aplausos)
Y así el jazz inunda hasta al más ecéptico. Batería, bajo, timbales, guitarra y trompeta se funden al compás del chasquido.
- Otra, otra.
El jazz nos transporta por las nubes. Ni el temblor hizo que se remeciera el suelo tanto como al compás de Cuturrufo y los músicos de Antofagasta. Eran como la selección de la ciudad.
Simplemente genial. Cuturrufo tiene ese "no sé qué". Gordito y todo, él es genial.
After that: invitación de don Kral. Nuevamente digna de él.
(En feria de las artes y diseño 2005, Antofagasta)

jueves, noviembre 17, 2005

Días peliagudos

Días de furia
¿Por qué hablan de ciencia?, ¿qué tienen que ver ustedes con los problemas medio ambientales?
- ¿Aló?, ¿está listo el coffee brake?
- ¿Qué?... no. Yo le dije a las 11:00 horasy no a las 12:00.
El computador hace su trabajo apoyando al exponente. ¿Miles?, no. Sólo una decenea (y eso) de ojos lo observan con singular atención.
- Mil pesos estudiantes, tres mil egresados y cinco mil profesionales.
Las autoridades no asisten; tampoco los auspiciadores. ¿Qué es lo que sucede?. Fácil. Organizando bien las cosas resultan. ¿O no "doc"?.
Se pierden de la maravilla de la ciencia y la comunicación.
- ¿Seguro?
- Tal vez.
La eminencia apellidado - apodada galeno intenta dilucidar los misterios del arsénico en el agua.
Fórmulas químicas se balancean por la incoherencia y la luz de colores tecnológicos da a entender que la medicina está ahí.
- ¿Cómo?. ¿Va a presentar en diapositivas?
- ¿Quién rayos ocupa eso hoy?.
Llega la tarde y son seis los valientes que se disponen a entrar en escena.
La cortina se corre y por mil pesos, el ganador es...
¿Será tan/tan magnífica la oportunidad?. No lo creo. Pero nunca está demás inmiscuirse en temas relacionados con el conocimiento. (Nunca está de mas aprender). Todo en un solo lugar. Todo por "luca".

After that: ¿Cuál es la fórmula del agua?----- H2O
¿Y la del agua bendita?
(...)
H DIOS O.
**Sergio Prenafeta, Pdte. de ACHIPEC y docente de la U. Andrés Bello.

domingo, noviembre 13, 2005

Noche entre hojas

Las páginas se suceden rápidamente. Por ahora, leo el primer cuento de 'Las Armas Secretas' de Julio Cortázar. El argentino mata con la inteligencia.
La feria del libro de Antofagasta (segunda versión acá en la ciudad), estuvo para quienes gustan del paseo familiar y ver libros. Ver y comprar. Precios razonables y elevados. De todo y para todos como dicen.
Vuelvo a Cortázar y su tapa de colección. Las 'Cartas de mamá' tienen ese inconfundible pluma afrancesada que refresca y enerva. Genial.

sábado, noviembre 12, 2005

Voladuras de techo

Un viaje por el pestañeo
¿Cuánto se demoran los ojos en pestañear?, ¿lo hacen en forma perfecta y simultánea?, ¿cada cuántos segundos?... Preguntas de infancia al igual que aquella que decía ¿cómo uno podría respirar al mismo tiempo que la otra persona sin ponerse de acuerdo? (o algo así).
Los ojos pestañean y por milésimas o millonésimas de segundos, me transporto hacia otras dimensiones. La nave me espera y los tripulantes me avisan que podré ver las estrellas.
- Está despejado el cielo hoy.
La micro viene y va, las calles abundan y la gente también.
Vuelvo a pestañear y ahí está: el espacio para mí sola. Estrellas, y una serie de "elemetos cósmicos" danzan en mi honor. Fugaces como algunos amores, entonan hermosas o fermosas melodías.
Las líneas amarillas del TransAntofagasta me indican que queda poco para aterrizar, la gente sube, la gente baja. Se apelotonan.
- Los estudiantes, den el asiento pues.
Y pestañeo. La nave enciende sus luces y en el oído siento unos zumbidos que me dejan perpleja. Los colores varían: azul, verde y amarillo. Las estrellas son para mí.
- Me deja en la esquina por favor.


After that: no, no me fumé ni tomé nada.

miércoles, noviembre 09, 2005

Sueño, mucho sueño


Cabeza, ojos, pelo, boca. Todo el cuerpo lánguido termina en la oscuridad infinita. Esa oscuridad sabrosa, la que se desea en ocasiones dormiladas.
Después de apreciaciones geopolíticas, libros institucionales y seminarios científicos, la espalda pide a gritos ¡auxilio!. No pido comprensión, sólo una almohada refrescante y ad hoc a la ocasión.

martes, noviembre 08, 2005

No, no lo haga


Beso de no - enamorados
Los labios se acercan, aunque por lo menos uno de ellos sabe que no deben hacerlo. El paisaje nocturno y el frío del mar hacen que ambos se acerquen buscando calor. Quizás no un calor íntimo, sino uno que cubriera de la asquienta soledad que los embarga a pesar de estar rodeados de ojos.
Ella titubea y él la acorrala.
- Estamos solos, no te preocupes.
Sin embargo, el sentimiento de dejar la mente en otro lugar, hace que el corazón le tironee del pelo en busca de lo que realmente debiera estar sintiendo.
El beso a la fuerza. Ella retrocede; él avanza. Intenta despegarse de sus labios pasados, pero la consume el olvido. Él por su parte, goza con cada segundo, tratando siempre de marcar su territorio con cada milímetro de humanidad.
- Otra vez caíste.
La noche está estrellada. La luna alumbra la cara de los no - enamorados y les recuerda que la hora pasó hace ya mucho tiempo. A veces, se deja llevar. Sólo está vez se consumió por completo.
Alrededor de ellos, sólo el mar habla con las rocas. Las golpea de la misma forma en que él hirió su existencia alguna vez, y con la misma furia de antaño, ella se separa.
- No de nuevo.
Los cubre un manto de silencio. No hablan, mas sienten que nunca debieron hacerlo. Él por conveniencia. Ella porque no lo ama.

domingo, noviembre 06, 2005

Desastres mojados

En la torre
Qué noche tan repudiable. Las estrellas y el mar con petróleo no ayudaban a que el cielo negro sonriera y diera aunque sea la más mínima posibilidad de ir por el festejo de fin de semana.
Seria como siempre, la señorita de más allá caminaba con pasos rápidos y enfermizos por los pasajes que conducirían a la torre, lugar determinado para pasar el rato.
Entrada normal, recinto repleto. La conversación giraba en torno al gentío y de cómo ellos no se iban a otro lugar, a las discos... a otro lugar.
Se abre una mano y caen los billetes. Los mil, dos mil... y monedas toman palco para ser protagonistas del trámite etílico.
- Cuatro botellas de cerveza, estamos bien.
Y van tomando desenfrenados como si el mundo se fuera a acabar. La vista borrosa y la lengua traposa.
- Di: "Iquique, tierra de las glorias navales". (O algo así)
- (...)
Y llega el desastre. Sacan del recinto en forma exagerada a un ebriecillo que seguramente estaba hinchándolas. Lo sacan a patadas y empujones. Estos matones se creen que son galanes y fuertes. Empujan a aquella de la sonrisa misteriosa.
Luego, uno de los que se bamboleaban al compás de nada, toma la botella, se le resbala y cae sobre el pie de la seria, derramando gran cantidad de cerveza sobre ambas piernas de la misma.
Resumen: auto, piernas mojadas, cara de nada...
- Gracias por venir a dejarme, chao.
After that: a las 6 y media de la mañana, en uno de los pisos de abajo hay una pelea. Se sienten los gritos y luego la frase: "pero me tiró un huevo poh' huevón".
La demás sarta de garabatos me los reservo para otra ocasión. What a night!.

sábado, noviembre 05, 2005

Chilito lindo


Y la ley medio ambiental ¿cuándo?
Así es. Nuevamente estamos sufriendo un daño inmenso al medio ambiente y las soluciones parecen ser las mismas de siempre. Ninguna.
El 31 de octubre, en la madrugada, un barco filipino, el Eider chocó por causas que aún se desconocen con unos roqueríos frente a la playa Las Petroleras en Antofagasta.
Las Petroleras ya habían estado, o mejor dicho, aún están haciendo noticia, por la cpntaminación que sufren sus aguas a causa de las altas concentraciones de hidrocarburos que flotan cual bañista en verano.
Por si fuera poco, llega Eider y daña ecológicamente la poca y nada de playa que tiene Antofagasta. ¿Soluciones?. Hasta el 1 de noviembre ninguna.
Los efectivos de la Armada, apostados en el lugar, intentan por todos los medios (y los que tienen a la mano) de salvar el mar, atrayendo con unas máquinas los residuos de petróleo. Algo así como una aspiradora que atrapa los residuos.
La televisión muestra los primeros indicios de que algo había pasado. Mujeres casi desmayadas llegaban a los consultorios para ser atendidas por fuertes dolores de cabeza, mareos y vómitos.
- El olor es insoportable. Decía una de las vecinas.
Y ¡claro! si la radiación de los hidrocarburos estaban ahí, en sus narices.
Habían pasado dos días y no había soluciones. En la tv hablaba el intendente de la Segunda Región, Jorge Molina, Carlos Guerra, biólogo de la U. de Antofagasta, Hernán Vagas, jefe de la oficina de protección civil... hablaba... y hablaban. ¿Qué se deducía de todo?, que el barco sólo quedaría encallado, requisado o algo y que el capitán quedaría libre. Que no sabían aún de cuánto sería la multa. ¿Multa? y pa' la casa.
El daño es incalculable.
Prohibido la pesca y comercialización de pescados y mariscos.
No bañarse.
Cerrado hasta el Balneario Municipal. Hasta ahí llegaría la mancha de petróleo.
El filipino Roy Saldaña es el capitán del barco. Estuvo citado al cuartel de la Policía de Investigaciones. No llegó. ¿Soluciones?. Ninguna.
Se hablaba en un comienzo en una multa de cuarenta y tantos millones de pesos de los noventa y tantos a los cuales se podía llegar.
Se llamó al Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que se hiciera cargo de las acusaciones y demases. La multa ya va en sesenta millones de dólares.
Se pide respeto para la nación, cuidado para la ecología, que paguen por los daños, pero... ¿dónde están aquellos que promulgan leyes como la del feriado largo en tiempo récord?. Una ley inexistente hasta el momento para el medio ambiente no vendría nada de mal ¿o no?.
Radiación... fuente: el Mercurio de Antofagasta

viernes, noviembre 04, 2005

En viaje

El tío Oli**
- ¿Quién quiere jugar?. Necesito a un voluntario.
- ... ... ...
- Ya po' si es uno solo.
- ... ...
- ¡Oye!, si es sólo un juego. ¡Vamos!.
- Ok. Yo quiero.
- Bien. Conoces el mazo de cartas ¿no?. Hay rojas y negras. ¿Cuál escoges?.
- Rojas.
- Ya. En las rojas hay corazones y diamantes. ¿Qué escoges?.
- Corazones.
- Corazones. Es decir, quedan los diamantes.
- ...
- En diamantes te quedan los pares e impares. ¿Qué escoges?.
- Impares.
- En impares tienes el 3,5,7,9,11 y 13. Dime tres.
- 3,5 y 7.
- Bien. Y te queda el 9, 11 y 13. ¡Escoge una!
- ... ....
- Vamos escoge una.
- Ya. El 9
- ¡NUEVE!... . De la billetera saca una carta que efectivamente es el 9 de diamantes.
- (¡...!)
- Braaaaaavvvvoooooo.
- ¿Cómo lo hizo Tío?
- No me digai tío po'. Con esa cabeza... por último puedes especular.
- Jajajajajaja.
- Chao y gracias por jugar.
- Chao. TÍO.
- Mira... el tío Oli. ¿Cómo habrá hecho el truco ah?
- Al Mauro le gustó el truco. Mmmmm.

After that: A Mauro y su adicción a los trucos.
** diálogos maquillados y producidos. Tan buena memoria no poseo.

miércoles, noviembre 02, 2005

En dólares

Mercado del cariño
Al otro lado de la pluma/tecla, se desprende una historia que deja a un lado celebraciones, fiestas, sonrisas... e incluso el calor del cariño.
Nada tienen que ver cuentos fracturados ni líneas zigzageantes. Es otro el camino que sigue la tinta en el dibujo.
Cuando el corazón se llena de colores, es difícil que los granitos de arena se metan en los ojos y te impidan la vista. Sin embargo, y desgraciadamente, el viento no siempre vuela a tu favor, y cuando no es así, la ceguera es inminente.
Es como si agarrara el carrito de supermercado y se dispusiera a pasearse por los diferentes pasillos. Las ofertas están a la orden del día: leche, pan y frutas. Nada que pueda ocasionar daño.
A pesar de aquello, la fecha de vencimiento muchas veces provoca daños profundos. El estómago se aprieta, la lágrima danza.
Es increíble que algo que tanto deseas se vuelva agua entre los dedos. Para ti, lo imprescindible; para el/la otro/otra, sólo un día más en el calendario. La vida tiene precio.
Las llamadas, mails, letras, sonidos y voces se convierten en arena en los ojos. El no mirar hacia atrás se vuelve imposible. ¿Por qué?. Simple: uno quiere, ama, recuerda, ansía y ESPERA. Espera...espera.

After that: ¿Qué sucede cuando uno cree que las puertas están dispuestas a esperar y en realidad ni la ventana recibe?.

martes, noviembre 01, 2005

1.460







La luna se unió al baile del fuego
Abrir los ojos el 1 de noviembre, no es sólo decir: "¡Qué bien, hoy es feriado!". No. El 1 de noviembre no es un día más. En 2001, un paseo a la playa de Juan López, definió lo que aún estaba dibujado en líneas entrecortadas.
Sobre la arena, una manta y un grupo de bebedores melancólicos se aleja hacia otros parajes. Destino desconocido.
- ¿Te quedas con él?
- Sí. Está buena la conversa.
- ¿Segura?
- Sí.
La fogata ya cubría gran parte de sus rostros, dejando sólo algunas partes difíciles para ocultar. Secretos, confesiones y anécdotas juveniles traspasaron la intimidad y penetraron en cada una de las existencias que hasta ese minuto eran sólo un par de desconocidos.
El beso junto a la boca fue el indicio de que algo se había producido. El resto fue entre los dos. La complicidad fue, desde ese instante la base de todo. Todo fue al azar y al mismo tiempo parte del destino. ¿Éran (des) conocidos?.
1.460 días y los mejores amigos/pololos/novios aún conservan la esencia del orígen. El misterio recorre el camino que los une, la respiración es una sola dejando de lado toda confusión que ahora causa recuerdos. Sólo eso.
Sólo puede decir que lo ama. Las preguntas se hicieron parte del viento y las ganas de estar junto a él se refuerzan al ver sus ojos.
Le dice con frecuencia que no le agradezca. Sin embargo, hoy sus labios reaforman con fuerza que le de las gracias por estos 4 años junto a ella. Por ser parte importante de sus pasos; por estar ahí en todo momento. Gracias por su sonrisa que sobrepasa cualquier intromisión de tristeza. Gracias por su mirada, esa que le hace viajar por sus ojos. Gracias por sus manos, las que le dan confianza. Gracias por amar sin pedir nada a cambio. TE AMO.
After that: A don Kral.