miércoles, noviembre 02, 2005

En dólares

Mercado del cariño
Al otro lado de la pluma/tecla, se desprende una historia que deja a un lado celebraciones, fiestas, sonrisas... e incluso el calor del cariño.
Nada tienen que ver cuentos fracturados ni líneas zigzageantes. Es otro el camino que sigue la tinta en el dibujo.
Cuando el corazón se llena de colores, es difícil que los granitos de arena se metan en los ojos y te impidan la vista. Sin embargo, y desgraciadamente, el viento no siempre vuela a tu favor, y cuando no es así, la ceguera es inminente.
Es como si agarrara el carrito de supermercado y se dispusiera a pasearse por los diferentes pasillos. Las ofertas están a la orden del día: leche, pan y frutas. Nada que pueda ocasionar daño.
A pesar de aquello, la fecha de vencimiento muchas veces provoca daños profundos. El estómago se aprieta, la lágrima danza.
Es increíble que algo que tanto deseas se vuelva agua entre los dedos. Para ti, lo imprescindible; para el/la otro/otra, sólo un día más en el calendario. La vida tiene precio.
Las llamadas, mails, letras, sonidos y voces se convierten en arena en los ojos. El no mirar hacia atrás se vuelve imposible. ¿Por qué?. Simple: uno quiere, ama, recuerda, ansía y ESPERA. Espera...espera.

After that: ¿Qué sucede cuando uno cree que las puertas están dispuestas a esperar y en realidad ni la ventana recibe?.

5 comentarios:

Johann Wegmann dijo...

te toco una tele con aventuras de Mr bean? si lo descontinuaron que fome, porque era una buena forma de relajar a los carneros tiesos por el stress innecesario. El Zen siempre esta ahi mismo donde uno esta parado... ah creo que la palabra era antonomasia, no AUTOnomasia, pero como lisensia literasia, no hay problesia... onosio? ji ji

Anónimo dijo...

esperar esperar esperar...
no se hasta cuando se puede esperar, cuando se cansa de esperar, cuando solo se espera dejar de esperar...
brp!
no quiero esperar más...

Saludos!!:D
JCM

Juan Cautivo Miranda dijo...

Siempre dudé si lo correcto era esperar o salir a buscar, saludos...

Oscar Flores dijo...

Una dama muy hermosa me hizo una vez un inusual regalo. Estabamos en el Korlaet de la Gran Vía y de repente me pregunta si me gusta la leche cultivada le dije que sí y ella simplemente me regaló "algo para el hambre". "Es mucho mejor dar algo para comer que comprar regalos inútiles" me dijo.
OK, será...

PD Será que ando con un tremenda cara de hambre? o estaré muy flaquito?

tierragramas dijo...

yo en cierta forma estoy contento con mi pasado... Gracias a el puedo desarrollar mi imaginación y mis fantasías, matizados con granitos de mentira y verdad. Como la vida misma...

El desear algo hace de tus sueños una pseudo obligación. Es así que cuando no se logra llegar a ese puerto, creemos que todo se nos va de las manos. Y con tanta facilidad...