domingo, febrero 26, 2006

Narices heladas

Ojos al viento
La dulce brisa llegaba a su cara justo cuando los deseos de sentir algo agradable llenaban sus sentidos.
Cuando el calor de su cuerpo era casi despreciable, la melodía del viento se hizo presente en su mejilla, besándola dulcemente durante una tarde de verano.
Las horas se llevaron una parte de su existencia y si no fuera por la prisa de sus ojos, el calendario ya estaría remarcado con rojo.
Los pies fríos le recuerdan que los calcetines aún están guardados. Aún no es tiempo de sacarlos, el sol todavía tiene imperancia.
Por la ventana, los árboles le sonríen a este trocito de calma. Al son de las micros, también agradecen un segundo de paz.
Horas en que no suena el teléfono. Días en que las manos rayadas a crayones se juntan en un palito de helado.
Un gato se mece sobre un cojín a medio terminar, unos cubrecamas chilotes tranquilizan la tarde y el silencio le tiene sujeta las cuerdas vocales.

viernes, febrero 24, 2006

Relojería fina

Camino congelado
Los pies se detuvieron frente a la indiferencia. Las manos se soltaron de donde siempre están y los bolsillos resultaron el mejor hogar para protegerse del frío.
Uno, dos, tres pasos y nada. El camino se había detenido para pasar de una larga caminata a un estancamiento que hacía que sufrieran sus extremidades. Ellos querían más.
Era posible que ningún genio tuviera la respuesta. La bola de cristal tan solo colocaba las cartas, el resto sería cuestión de tiempo. ¿Habrá más qué hacer?.
Ambos querían tomarse de las orejas y sentir la respiración que se sostenía ya de un hilo. Ni la edad, ni el tiempo y ni siquiera las pocas ganas de seguir podían con la fuerza de la mirada. Esa misma que los vio nacer frente a la luna.
El silencio a veces grita con fuerza. Alguna vez lo dijeron todo, pero a pesar de eso, aún queda mucho de qué hablar.

martes, febrero 21, 2006

Divino infierno

Ángel - Demonio
El reloj se detuvo para ambos y las interrogantes se volvían infinitas ante la negativa inminente.
Todo lo que las cuatro pupilas habían observado hasta ese momento era hermoso, digno de una fotografía constante. Sin embargo, el tiempo congelado a sabiendas, fue el motor para detonar lo que ahora se siente como un dolor que penetra día a día.
Era sublime y celestial. Sonrisa angelical y maravilla pura. Todo lo que le rodeaba era oro, colores y sabores. A uno le gustaba la efervescencia del otro y al otro la perfección del uno.
Viajes a las estrellas, pies en el agua, promesas del cielo y el infierno se hacían presentes en el baile nocturno de cada visita.
Todo brillaba a su alrededor hasta que un corte jamás pactado corrió la cortina sin haber más argumentos.
No hay explicación hasta ahora de lo que sucedió con el ángel-demonio. Sólo se sabe que las promesas se fueron enterrando en la arena, la misma que cobijó las lágrimas y las súplicas sin vuelta atrás. No hubo despedidas. Tampoco buenos deseos.
Ahora queda el sabor del destino. ¿Los caminos toparán en algún lado?¿Alguna vez serán cuatro pupilas nuevamente?.
La perfección se volvió terrenal y el pasado...pasado. El uno "dice", el otro espera.
Él era Belial y ella con su nombre, un guión bajo y el 17.

viernes, febrero 17, 2006

Ampolleta quemada

Relativa dicontomía
Protagonista se encontraba sumido en un túnel luminoso en donde todo partió oscuro y seguramente terminará también así.
Los pasos se escuchaban en la oscuridad absoluta.
Pá, pá, pá.
El tubo fluorescente en el que se encontraba protagonista era reluciente, algo nunca visto por los zapatos ya embarrados de pasado, presente y quizás futuro. Su sonido constante era enloquecedor.
Tzz, tzz, tzz.
Como la luz no dejaba ver el espacio, protagonista tocaba todo cuanto podía alcanzar (eso como queriendo aferrarse a cualquier cosa que no lo hiciera caer), logrando que sus manos hicieran sonidos similares a aplausos, pero no iguales.
Tá, tá, tá.
El negro del exterior se veía próximo. Protagonista no sabía a ciencia cierta qué era lo mejor: o quedarse en la luz, o sumergirse en la total oscuridad. La duda, lo hacía titubear.
Mmm, mmm, mmm.
Nuevamente los pasos de los zapatos embarrados hacían perder el misterio. Lo acuoso del asunto, hacía sonreir a protagonista, quien había olvidado por un momento la ansiedad antes descrita con el dilema del tubo.
Plaf, plaf, plaf.
De pronto, no hubo más que un grito desesperado. De protagonista no se supo más.
Ahhhhhhhhhhhhhhhh.

martes, febrero 14, 2006

Existencias en pena

Lavidanoesmásqueesto
Primero cigarro: un montón de sensaciones perennes no la dejan levitar.
Primer café: las imágenes son simplementeaterradoras.
Se levanta siempre a la misma hora. Sabe lo que no hace.
La rutina consiste en asomar los pies al suelo, enderezarse cuan flor buscando el sol, caminar hacia el baño y encontrar la primera pista que le indique qué es lo que hace hoy despierta otra vez.
Segundo cigarro: la agonía comienza.
Segundo café: la vorágine hace que pierda el sentido de la realidad.
Recuerda a la misma hora. El pasado la encarcela.
Revuelve un cajón atestado de fotos, se encamina hacia la cocina y allí mata un par de hormigas. Intenta recordar nuevamente qué es lo que hace despierta hoy.
Tercer cigarro: el teléfono suena. Siempre es la misma persona la que llama.
Tercer café: El estómago se le revuelve. El asco la conmueve.
Termina con la llamada. Se pone de pie y deja caer la taza con sólo unas gotas de café. El cigarro ya se había consumido y el sueño nuevamente llegaba, esta vez, en horario vespertino.
No hay motivos para continuar. Ni sabe el por qué está despierta hoy.
After that: 14 de febrero... a mí la flecha me llegó en el ojo.

sábado, febrero 11, 2006

¿¡Fiesta!?

La fiesta del patrimonio cultural
Saliéndome de la línea editorial del Alto Subterráneo y subiendo al ático por algunos momentos, les cuento que el miércoles 8 de febrero, la revista Patrimonio Cultural lanzó su edición número 38 con un jolgorio en el Centro Arte Alameda.
El tema que mueve a la nueva publicación es la Fiesta, por lo tanto un brillo a las 22:00 horas no venía nada de mal, sobre todo si se trataba de algún evento cultural en la gran ciudad (luego explicación de cómo fue).
En este número, que puede ser adquirido en los quioscos de la capital (no sé si en regiones), podrán encontrar artículos relacionados con este tema del brillo, malón, salida, junta. Todo acerca de la fiesta.
Los invito a conocer de esta revista.
--------------------------------------------------------
Con don Kral llegamos a eso de las 21.45 hrs. al lugar. Sólo una pareja nos acompañaba en la espera.
De pronto, las coincidencias de la vida, nos asomaron a Daniel, quien también andaba merodeando por esos lares en busca de "satisfacción cultural". Con él compartimos unos minutos y luego...bien luego (23.00 hrs.) nos hicieron pasar al Living. Allí nos esperaba el evento de lanzamiento.
Con respecto al ambiente, las pupilas esperaban más. Discursos que tanteaban terreno, oscuridad demasiado luminosa. No había magia.
11.30 hrs. Ya estábamos fuera. Con revista en mano por supuesto. Después de todo "los primeros 50 invitados se llevan una revista gratis".
After that: el comentario del evento nada tiene que ver con la publicación. Insisto, los invito a conocer Patrimonio Cultural.

jueves, febrero 09, 2006

Cuenta cuentos

El viernes, la “cleta” y yo
Todos los viernes tomaba su bicicleta para salir raudo hacia la biblioteca.
- Lo siento hijo. No tengo dinero para comprarte el libro.
La “cleta” era sencilla. Para amononarla, le colocaba por entre los rayos de la rueda un trozo de plástico para que el sonido simulara una motocicleta.
- ¡Tu bicicleta es chori!.
Tomaba su morral, ataba los cordones de sus zapatillas rotas ya por tanto andar y partía a la biblioteca que quedaba no tan cerca ni tan lejos de casa.
- Quiero un ejemplar de “Platero y yo” por favor.
Y allí tomaba asiento. Quedaba poco para la prueba y debía terminar la lectura.
“Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón...”.
A sus ojos les resultaba difícil seguir línea por línea. El ruido de las micros, del señor vendiendo helados, las mujeres gritoneando a sus hijos y la bibliotecaria hablando por teléfono. Todo le resultaba agobiante.
- Tendrás que volver la otra semana.
Al llegar a casa, no paraba de hablar de lo nuevo que había visto y aprendido. Cantidad inimaginable de estantes, libros llenos de ilustraciones; algunas a color y otras en blanco y negro, muchas personas y el cartel de “silencio” colgado en la pared.
- Cuando grande seré dueño de una biblioetca.
Por las noches, soñaba que iba montado en un libro gigante y que muchas letras le seguían. Él era el rey del abecedario. Todos los acentos se rendían a sus pies.
- ¿Algún día podré tener mi propio burrito?.
Otro viernes. La “cleta” estaba apoyada en la pared esperando por el viaje. Pantalones cortos, zapatillas gastadas, morral de cuero, peinado hacia atrás.
- Quiero un ejemplar de “Platero y yo” por favor.
- Lo siento. Están todos prestados. Tendrás que volver el próximo viernes.

martes, febrero 07, 2006

Varita mágica

El mago que durmió
Aquel mago que se duerme,
¿se lo lleva la corriente?.
Quizás sólo la varita aposente
aunque sus ojos se cierren.
La magia continúa o
¿sólo se queda enterrada en los árboles?.
Y si el mago duerme:
¿los ojos de sus aprendices siguen viéndole?,
¿o le dejan solo por un momento hasta que el ave negra rauda pase?.

domingo, febrero 05, 2006

Emparejado de por vida

La dialéctica de un roedor
El señor castor dijo:
Pobre de aquel que llegue hasta mis tierras y usurpe la madera con la cual me alimento.
Es por eso que hoy, alzo mi mano para decir que estoy muy disgustado. Estos hombres nos han quitado nuestra materia prima. ¿Cómo haremos los embalses para navegar por el río?.
¡Chitas! que tengo ira. (Rabia no, porque no estoy enfermo). Y ustedes, pobres de espíritu, ¿no se dan cuenta de lo que hacen?.
Talan y talan para hacer sus horribles casas, muebles y demases. ¿Y nosostros qué?.
En este día soleado prometo a mi pareja castora, la que conocí hace poco y tengo por seguro que la tendré a mi lado por toda la vida... que haré todo lo posible.
- Y aquí necesito de vuestra ayuda amigos castores.
Que haremos todo lo (im) posiblemente castoriano para lograr nuestro objetivo: tener de vuelta nuestra madera. Nuestra preciada madera.

viernes, febrero 03, 2006

Escote en "V"

Diez dedos
Maravillados ante tanta distracción visual, los señores y señoritas melancólicos, decidieron dar rienda suelta a sus más escondidos deseos.
Juntos tomaron palco en lo que sería un buen escenario: tallarines, vino, taco alto y humita. Los dedos tiritaban de emoción, siendo los protagonistas de lo que pronto se convertiría en un todo/nada/talvez.
Índice, medio y anular se entrelazaron con sus homónimos mientras la champagne se desbordaba en la pista.
- La-la-lalalalalala.
El vinilo no se cansaba de gritarle a los 7 vientos que la fiesta acababa de empezar. Ni la policía pudo con los dedos que a esas alturas ya mareados recorrían los pasillos.
Qué mesas, qué cantinero, qué propinas. Las luces sólo soñaban con pertenecer a la cuenta final. Ésa que se lleva para la casa.
After that: Si crees que el AltoSubterráneo ha sido una revolución para tus pupilas, un exquisito sabor para tu boca, miles de colores para tu (in) conciente y una lluvia de serpetinas para tu existencia, vota por este blog en el Club de Lulú.