martes, abril 04, 2006

Noctosalidas

Fin en Brasil
Sólo uno eran en la habitación. Luego, el rechinar de la puerta de calle habló por sí sola para decir "basta, esto no es correcto". Prendas intercambiables y un solo discurso.
- No quiero escucharte.
Arroz en la olla, vasos llenos y ensalada de tomates con pimentón verde. Las miradas eran húmedas, tanto como el vapor de la tetera caliente.
- Salgamos de aquí.
Y la travesía de un recorrido desconocido los hizo llegar al mismo terreno que alguna vez los cobijó como "sólo amigos".
Las vueltas en caracol, las vitrinas alternativas y la superficie resbalosa los hizo entrecruzar los dedos una vez más.
- Olvidémoslo todo y empecemos otra vez.
Llamada de celular. El encuentro es en pocos minutos un poco más allá, pero no más acá.
Ahora son cuatro. La salida se vuelve marcial y los cánticos militares resuenan como el sonido de las botas de combate sobre el asfalto.
Próxima parada: Estación República.
Algunos pasos apurados y ya estában todos allí. Una mesa, cuatro sillas y unos cuantos tragos hicieron del encuentro una burbuja amena y (sin) palabras. Nada más que decir... gracias.
After that: la foto la "robé" de aquí

5 comentarios:

@ldo dijo...

Jo!
Te iba a comentar que esa foto la tenía un amigo en su blog, (es alguien que gusta de la música y los SecuaceS)
[que pequeña es la blogósfera]

Tremendo texto.
Saludos.

Anónimo dijo...

¡Hola, amiga Carla¡
Me enteré de tu blog desde METINCA.CL, está muy bueno.

El Coleccionista: dijo...

Lo único que para mí no es correcto es dañar a la gente,y mentir.

Odio la estación república.

Graciela dijo...

Eso de olvidar todo y empezar otra vez... nunca me resulta.
Saludos y un abrazo enorme!

Eduardo Waghorn dijo...

Pucha Carlita, eres única...
un saludo para tí.
NO cambies.