En una especie de paralelepípedo, los actores construyeron su propio escenario.
Las luces, el fondo, las imágenes... todo era extraño a los ojos del espectador. Era como un juego nuevo en el que todos, ansiosos, querían saber las reglas.
Las sillas estabn dispuestas de tal forma, que todo se convirtió en espontaneidad pura.
De pronto, un grupo de imágenes bien construidas llegaron a nuestras pupilas, instalándose de inmediato en la cabellera de los asistentes.
- Es algo sencillo, precario, pero nunca visto por lo menos "allá".
Y allí aparecieron un tipo que trabaja de director de películas porno, otro que poseía una extraña relación/intimidad con una tenia saginata y un joven desquiciado por un piano.
Todos monologando. Cada uno tuvo su par de minutos para contar de sus anécdotas. Cada uno se tomó tiempo para charlar consigo mismo y con nosotros.
- Insisto. Es algo simple, pero nunca lo había visto.
After that: una vez más don Kral y sus buenas invitaciones. Después en la Amapola yendo (¿o llendo?) por unas cervezas. Una buena noche.