lunes, septiembre 11, 2006

Aumento en el ojo

El juego de la ruleta rusa
La simpleza de una conversación es la que da pie a los once capítulos que conforman el filme ‘Coffee and Cigarettes’, de Jim Jarmusch. Utilizando como hilo conductor la compañía de estos dos grandes vicios, el director coloca sigilosamente en cada serie parejas de personajes conocidos dentro del círculo artístico quienes, representándose a sí mismos, arman pequeñas historias que de alguna u otra forma terminan relacionándose entre sí.
Tan simple e inconexa es a la vez la temática, que en el capítulo Cousins?, el filme revela la relación que se produce entre dos figuras del cine: los ingleses Alfred Molina (Frida - Magnolia) y Steve Coogan (24 hour party people - Happy endings) y lo ridículo que se torna la trama al plantearse la posibilidad de que la investigación genealógica realizada por Molina dé por resultado el parentesco entre estos dos hombres.
El encuentro es en uno de aquellos típicos café con ambientación urbana: paredes de concreto, sitios amplios e iluminados, ubicación íntima, etc. Símbolos como la mesa redonda que indica cercanía y equidad entre quienes la conforman, lo que claramente no se refleja en la cinta, y figuras cuadriculadas en blanco y negro bien podrían bosquejar las opuestas intenciones de un impopular Alfred y un exitoso Steve. El uno, con claros propósitos de acercarse a su ahora pariente; el otro indiferente y empecinado en zafarse airoso de la situación.
Otro elemento relevante dentro del capítulo es que los personajes no toman café, sino té, ¿será por lo británico de Coogan o por lo sano del propósito de Alfred? Lo mismo podría decirse de los cigarrillos. Es el inglés el que fuma uno de sus cigarros franceses, mientras que Molina dice dejarlo para después, olvidándolo luego al abandonar al indiferente de Steve.
El texto de Cousins? es, desde el principio, algo netamente intelectual. Son sólo dos los planos los que se utilizan (plano medio y conjunto), el plano/contraplano como técnica de continuidad y ningún movimiento de cámara, lo que indica que el diálogo es lo más importante en esta secuencia que a ratos pareciera tratarse de un meta filme. Y de hecho quizás lo sea.
Como en toda película de héroes, el bueno es el que gana. Alfred Molina tras recibir una llamada (la que deja boquiabierto a Coogan) abandona el lugar. Si bien no logra su objetivo, al menos deja en el aire ese sabor dulce que, "dicen", tiene la venganza.
Foto: por alguna extraña razón no puedo subir ninguna. Estoy, por lo tanto, trabajando para usted.

5 comentarios:

Oscar Flores dijo...

He escuchado mucho de la película... tengo muchas ganas de verla...

Bandolera dijo...

Deberé verla de nuevo....la primera vez no fui capaz de terminarla..quizás con este punto de vista lo logre..
Saludos

Anónimo dijo...

excelente película...

"cousins?" es un segmento igual su resto escalofriante, es pulentisimo

mi escena preferida es aquella de los dos ancianos, casi al final (o al final?) de la pelicula, en fin, me gustó como idea y como representacion y weas

además, iggy pop me cae super cachilupi

Fernando Espinoza dijo...

pase por aqui y no pude dejar comentarte q tienes un lindo blog, saludos

El Coleccionista: dijo...

no soy muy cinéfilo, ni tampoco lector, creo que la música llena todos los espacios, el de la imágen, sonido y poesía...

quizás cuando sea viejo me sentaré a ver alguna peli, o cuando sea grande y trabaje para bandas sonoras.

hace tiempo que no me visitas, me tienes botado =(