Días de música y manifestaciones
27 de septiembre. No sólo los estudiantes secundarios, ni los profesores, ni los trabajadores de la salud, ni las señoras de valparaíso... También los músicos se hacen presentes con demandas que van más allá de unos pesos más para el bolsillo.
Los trabajadores del Teatro Municipal estuvieron ayer a todo sol
tocando una que otra melodía atrayendo a los transeúntes quienes se acercaban con monedas en mano para apoyar a estos músicos quienes no sólo demandan por un sueldo digno, sino que también buscan que la música denominada docta, se masifique y que toda la población tenga acceso a ella (no sólo a los señores de corbata de humita acompañados por las señoras de traje largo).
Y ahí estaban metidos la seria y kral. Después de haber visto la actuación gratuita que brindó la banda de Cristián Cuturrufo, quien como en tantas ocasiones, compartió escenario con el gran Parquímetro, pudieron apreciar una especie de “funa” provocada por los alumnos de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez, lugar en donde se desarrolló la tocata jazzística.
Los jóvenes también se manifestaban en contra de la autoridad, de aquel que está “más arriba” y que no es dios precisamente. El asunto es que colocarán en un futuro no muy lejano, una serie de cámaras de vigilancia, que los mantendrá en la mira todo el tiempo. Todo porque algunos gustan de tomar cosas sin permiso y no devolverlas más, como la serie de computadores que se han robado de la institución.
27 de septiembre. No sólo los estudiantes secundarios, ni los profesores, ni los trabajadores de la salud, ni las señoras de valparaíso... También los músicos se hacen presentes con demandas que van más allá de unos pesos más para el bolsillo.
Los trabajadores del Teatro Municipal estuvieron ayer a todo sol
tocando una que otra melodía atrayendo a los transeúntes quienes se acercaban con monedas en mano para apoyar a estos músicos quienes no sólo demandan por un sueldo digno, sino que también buscan que la música denominada docta, se masifique y que toda la población tenga acceso a ella (no sólo a los señores de corbata de humita acompañados por las señoras de traje largo).
Y ahí estaban metidos la seria y kral. Después de haber visto la actuación gratuita que brindó la banda de Cristián Cuturrufo, quien como en tantas ocasiones, compartió escenario con el gran Parquímetro, pudieron apreciar una especie de “funa” provocada por los alumnos de la Universidad Católica Raúl Silva Henríquez, lugar en donde se desarrolló la tocata jazzística.
Los jóvenes también se manifestaban en contra de la autoridad, de aquel que está “más arriba” y que no es dios precisamente. El asunto es que colocarán en un futuro no muy lejano, una serie de cámaras de vigilancia, que los mantendrá en la mira todo el tiempo. Todo porque algunos gustan de tomar cosas sin permiso y no devolverlas más, como la serie de computadores que se han robado de la institución.
Unos de acuerdo, otros no, como dijo Cuturrufo: es válido protestar en un país en democracia. El que quiere se manifiesta y el que no, escucha la música.
Fotos: Kral y Viddeara