Aunque no tiene ni el porte ni la talla socialmente "perfecta" la ven hermosa pasar.
De cara redonda mira a quienes van por la acera, todos en fila, todos apurados.
¿Y ella? Ella contempla el sol que a esas horas se enceguece con el reflejo de sus ojos.
De vestidos anchos y dulces colores, evoca tranquilidad y un cuadro rosa.
Verdes ojos y cálida sonrisa.
Ella se siente en las nubes (y sin necesidad de estar a su lado).
De pronto, él se acerca. Le dice: "me gustas mucho"
Y ella le responde: sí, qué bueno.
Y sigue su rumbo sin importar dejarlo atrás.
After that: todo lo que diga está demás.
Foto: en google y pertenece a Alphonse Mucha
4 comentarios:
Viajar seduciendose a si mismo... es una invitacion incontenible a ser feliz...
Revise hoy tu blog y entonces
me asome de nuevo al mundo blogero, con timidez, lo que escribi es sólo para unos pocos.
Febrero viene doloroso y extraño y al final a mi me surge la escritura como camino con distintos desvios, hoy es el dolor, la cercania de la muerte, el sufrimiento de una dulce y especial niña.
El fragor de una sensual batalla interior.
Siempre se vence a sí misma...
Un abrazo para tí, amiga.
interesante...sensual...me gusto mucho!!
te leere mas...
saludos
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