La tierra húmeda matutina hizo que el alba comenzara más temprano en mi nariz.
Olfateo hasta llegar a la casita de las hormigas. Todas ellas bien educadas me invitan a pasar al hall central en donde bien trabajan para guardar comida para el invierno.
- Será lluvioso y muy frío, me dice una.
Recorro entre las plantitas de pasto y observo los pasos del perro que me antecede.
El almuerzo consiste en un par de bichitos, y como dice Pumba (¿o fue acaso Timón?), "estaban viscozos, pero sabrosos".
Se esconde el sol. Nariz en tierra. Otra vez húmeda, ahora por el señor de mameluco que rocía agua por el lugar.
-Tanto sol que ha hecho estos días ¿ah?. Le dice a una señora pirula que lleva de paseo a su poodle pirulo.
Foto: Don kral