Blandengue

Manos de espuma
Sobre las terra/nubes las manos se posan sin ninguna vergüenza.
La palabra queda excluída en esta sesión y el silencio impera una vez más. ¿Para qué hablar si aquellos labios sellados son una bendimaldición?

Mira hacia el mar y todo estará mejor. La espuma blanca rodea las pupilas y un murmullo cambia el sentido del giro.

De derecha a izquierda. Todo confluye en el mismo punto. Sigue las felchas azules, luego mira por el catalejo y verás que en un punto ínfimo está la verdadera razón de tus saltos.

Alguien canta. Rompe ese magnífico silencio. No obstante, la inteligencia se desborda y derrama litros de ansiedad por lo desconocido.

Hay botada una pluma. La tinta chorrea destino y la ansiedad aprieta play. La cinta corre, también tu sangre.
A una distancia considerable, mas no desafiante, una niña con un lazo rosa sobre su cabello gime junto a una caja de madera. La tapa está semiabierta y una mano se asoma por entre los tablones.

El reloj que no tiene agujas. Un carruaje tirado por camellos (otra vez). Todo al borde del silencio.

Foto: Google