La olla del gnomo
Botas en el agua. Pozas hechas de barro y suciedad. Abrigo largo y manchado con la tierra acumulada en aquel rincón.
Botas en el agua. Pozas hechas de barro y suciedad. Abrigo largo y manchado con la tierra acumulada en aquel rincón.
¿Acaso es cierto que si vas al final del arcoiris, podrás hayar la olla de oro que guarda un gnomo?
Para allá partió luego de que las últimas gotas de agua habían caído sobre la ciudad.
Pasos húmedos, calcetines mojados... el pelo se congeló tal como si lo hubiese rozado un poco de hielo. Sin embargo, y pese a todo inconveniente climático, continuó con la hazaña. Mal que mal, nada se pierde con intentar (dicen).
La caminata duró más de 3 horas. Huellas de fango adornaban el lugar. Por más pasos que daba, ni gnomo ni olla aparecían.
- Todo debe ser parte de un mito.
Paso a paso, su cuerpo fue sintiendo el frío que imperaba en todo lugar. La ambición de llegar hasta lo que sentía como real, ocasionó aún más obsesión en su mente. La sola idea de encontrar la olla y sobre todo la inmensa cantidad de oro y joyas...
Ahí estaba. Una persona de muy baja estatura lo miraba desde lo alto del cerro. Junto al extraño, una cabra y un palo que emulaba un bastón.
Tenía los ojos rasgados. La piel curtida y de apariencia extraña. Bastó con una sola pestañeada para que desapareciera y volviera a renacer en otro monte.
- ¿Acaso se trataba del duende de la olla?
La pregunta inundó las pupilas. El ambiente se hizo espeso y el calor destronó al gélido aire que anteriormente calaba en los huesos.
Ojos con arena, el cuerpo tomó forma de bastón. En la piel se formaron centenares de grietas. Por ahí transitó el oro del mundo.
Foto: Viddeara in the rain
14 comentarios:
De chico siempre pensaba en la olla de oro..que divertido...me refleje mucho..lo divertido es que siendo tan distintos los dos..me suelo reflejar con las cosas que escribes..es como recordar mis años de niñez y las historias locas y voladas geniales que me pasaban por la cabeza.
Un beso.-
Me pregunto si será mejor buscar la olla o admirar la belleza del arcoiris.
Los mitos se hacen realidad y la realidad, mitos.
Chaoo, buen cuento.
QUE BUEN CUENTO SOBRE LLUVIAS...
no sé bien si fue el jueves o el viernes... parado en diagonal paraguay cerca de la alameda, a eso de las 16:00 hrs. miraba el cielo junto a nikoden, un compañero de trabajo, buscando un arcoiris implacable, llovía suave y estaba despejado, las gotitas caían suave y el aire estaba profundamente limpio, o al menos parecía.
busqué la defragmentación de luz en el cielo, pero los edificios nos rodeaban... pensé en el oro perdido en algún lugar de santiago, pisé la colilla del cigarro que fumaba y volví a la oficina.
.saludos.
me gusto mucho este relato... me recordo mi niñez cuando salia corriendo luego de la lluvia a buscar el fin del arcoiris... me ecantaba recorrer las calles buscandolo, me imaginaba que encontraria otros seres, unicornios, animales extraños, mitologicos, y que podria jugar tranquilamente ahi lejos de todo... pero nunca lo encontre... kisas no supe buscar bien
Ese arcoiris estuvo IMPRESIONANTE...
También pensaba en ir a una de sus esquinas cuando lo observé, pero tenía que ir a dejar a mi abuelita al metro.
Será pa la otra.
Tremendo relato.
Un abrazo.
mmmmh... la verdad es que me acuerdo de una pelicula con un bicharraco diabolico que trataba de recuperar su tesoro y mataba a medio mundo, brp :S
Saludos!!:D
JCM
Cuando niña creía fehacientemente que en el extremo del arcoiris era posible hallar una olla con oro, pero el arcoiris parecía ser casi infinito y para encontrarla tendría que viajar a lugares remotos. Ya hace años que no se me cruza un arcoiris y si se asomara uno por ahí más que ir tras el oro me gustaría caminar por él y ver la ciudad a través de sus colores.
Saludos.
Pau.
Quizas el secreto está en disfrutar la busqueda, mas que obsesionarse con encontrarlo...
bello relato... e a mi me agrad tambien el arcoiris
beijos
Gracias po tu comentario en mi blog. La verdad es que bien podrían ser luces anaranjadas, sin embargo, el neón de ese color lo imaginé de alguien de pelo cobrizo (obviamente no imaginario)
Saludos!!!
Pau.
pase a visitar...
un abrazo!
Lindo cuento, muy vivible.
Te sigo leyendo...
A mi nunca me contaron historias acerca del arcoiris, pero si me hubiesen dicho que al otro lado había un gnomo con una olla con riquezas, hubieran terminado con la magia que transmite el arcoiris. Mejor es observarlo e imaginar hasta donde se dibuja, quienes lo estarán también admirando y capturar el momento en que misteriosamente desaparece.
También le saqué foto, fue un lindo arcoiris.
Saludos
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