El globo rojo
Ya estaba cansado de lápices y rutina. Las calles pedregosas punzeteaban todos sus sueños y la estrechez de los pasadizos lo volvían un ser cada vez más solo. Tímido e íntimo con su sombra, caminaba largas horas hasta llegar a la escuela, lugar (in)deseado para todo niño.
Bastó trepar unos centímetros para desatar toda la ilusión antes guardada en aquel maletín de cuero. Una cuerda y un trozo de goma roja inflada bastaron para convertir una pequeña alma en sonrisa perpetua.
Ya estaba cansado de lápices y rutina. Las calles pedregosas punzeteaban todos sus sueños y la estrechez de los pasadizos lo volvían un ser cada vez más solo. Tímido e íntimo con su sombra, caminaba largas horas hasta llegar a la escuela, lugar (in)deseado para todo niño.
Bastó trepar unos centímetros para desatar toda la ilusión antes guardada en aquel maletín de cuero. Una cuerda y un trozo de goma roja inflada bastaron para convertir una pequeña alma en sonrisa perpetua.
Bajo la lluvia comienza la correría. Capas adultas socorren el viaje mientras el tranvía se aleja sin mediar explicaciones. Una dama deja volar por una ventana la inocencia de hace un par de horas. A pesar de eso, la fidelidad es una gran compañera.
El resto es un juego. Idas para allá y para acá. Un globo y su niño recorren por la vorágine del día a día sin pensar en nada más que el sonido de los zapatos en el adoquín. El tira y afloja no tuvo buenos resultados. La cuerda más larga salió beneficiada.
El resto es un juego. Idas para allá y para acá. Un globo y su niño recorren por la vorágine del día a día sin pensar en nada más que el sonido de los zapatos en el adoquín. El tira y afloja no tuvo buenos resultados. La cuerda más larga salió beneficiada.
Una resortera terminó con todo. Dicen que fue una piedra lanzada a manos de un pequeño con las rodillas sucias. Allí, en lo irregular del cotidiano, el antiguo camarada encontró la muerte.
Aún cuando todo termina en el último suspiro, miles de coloridos ojos vuelan en su auxilio. Amarillo, azul, verde… no sólo el aire comprimido danza alegre en busca del salvador. Lo toman entre sus manos y lo elevan sonriente por las nubes aún blancas del día.
La línea trazada por la realidad se quebraja durante el viaje. Desde arriba todo es distinto. Es mejor con aire en los bolsillos.
After that: A la palabra del filme Le ballon rouge
Aún cuando todo termina en el último suspiro, miles de coloridos ojos vuelan en su auxilio. Amarillo, azul, verde… no sólo el aire comprimido danza alegre en busca del salvador. Lo toman entre sus manos y lo elevan sonriente por las nubes aún blancas del día.
La línea trazada por la realidad se quebraja durante el viaje. Desde arriba todo es distinto. Es mejor con aire en los bolsillos.
After that: A la palabra del filme Le ballon rouge
Fotos: Aquí
Nota: sin PC. Barseando donde Kral