Llevaba en una camioneta un cajón lleno de verduras.
Con cuidado, las bajó en silencio, sólo contemplando los escalones por los que debía subir para llegar a la casa.
Llegó hasta arriba y las dispuso una a una sobre la mesa, cabizbajo, con los ojos puestos en su actividad.
De lejos, ella le observaba preguntándose si algún día habría un sueño en que él le dirigiera la palabra, por último un suspiro que pudiera interpretar.
- Estás más bonita y buena onda.
- Ya. ¿Y tú qué sabes?
- Te he estado observando.
Y ahí despertó. Observó a su alrededor y sólo vio normalidad: las mismas cortinas, la misma cama, el mismo sol.
Un sueño fue. Sin embargo, esta vez, hubo palabras.
Foto: google.
5 comentarios:
bueno es un progreso
paso a paso, aunque a veces se peca de torpe y precavido.
Muy bonito el cuento, espero que te encuentres mejor.
Gracias por tu comentario en mi blog, de verdad los aprecio mucho.
Besits, hasta luego.
Derrepente vivir ese lento proceso es mucho mas bonito y magico que sea todo rapido y se de asi de facil.
CReo que se siente mas sabor y emoción.
Saludos!!!!
PD: Espero que estes mejor de salud.
te invito a ver mi blog www.pornostarniahi.blogspot.com
Eso fue peor que soñar con Pennywise... :S.
Saludos amiga!!!!
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